
El Himno nacional de Bolivia, también llamado canción patriótica. El año de 1851, durante el gobierno del Gral. Manuel Isidoro Belzu, mediante decreto supremo se oficializó el Himno Nacional de Bolivia y se mandó a imprimir para que fuera distribuido en las escuelas, y desde entonces se ejecuta y entona en todos los actos oficiales.
Fue entonado por primera vez, el 18 de noviembre de 1845, frente al palacio de Gobierno, en la ciudad de La Paz. Originalmente fue redactado en el idioma castellano, y es en este idioma que se lo enseña oficialmente en las Unidades Educativas y Cuarteles del territorio boliviano, pero a la pluralidad del Estado boliviano se entona en diferentes versiones, principalmente en los tres idiomas originarios del país: el aymara, el quechua y el guaraní.
HIMNO DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA
Letra: Dr. José Ignacio de Sanjinés
Música: Don. Leopoldo Benedetto Vincenti Franti
¡Bolivianos! ¡El hado propicio
coronó nuestros votos y anhelo!
Es ya libre, ya libre este suelo,
ya cesó su servil condición.
Al estruendo marcial que ayer fuera
y al clamor de la guerra, horroroso,
siguen hoy, en contraste armonioso,
dulces himnos de paz y de unión.
CORO
De la Patria, el alto nombre
en glorioso esplendor conservemos,
Y, en sus aras, de nuevo juremos:
¡Morir antes que esclavos vivir!
Segunda Parte
Loor eterno a los bravos guerreros,
cuyo heroico valor y firmeza;
conquistaron las glorias que empieza,
hoy Bolivia feliz a gozar.
Que sus nombres, el mármol y el bronce,
a remotas edades trasmitan,
y, en sonoros cantares, repitan:
¡Libertad, Libertad, Libertad!
CORO
Tercera Parte
Aquí alzó la justicia, su trono.
que la vil opresión desconoce,
y, en su timbre glorioso, se góce:
¡Libertad, Libertad, Libertad!
Esta tierra inocente y hermosa,
que ha debido a Bolívar su nombre,
es la Patria feliz donde el hombre
goza el bien de la dicha y la paz.
CORO
Cuarta Parte
Si extranjero poder, algún día,
sojuzgar a Bolivia intentare,
al destino fatal se prepare
que amenaza a soberbio agresor.
Que los hijos del grande Bolívar,
han ya, mil y mil veces, jurado;
morir antes que ver humillado,
de la Patria el augusto pendón.